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La filtración es uno de los métodos más utilizados en la industria para la separación de partículas sólidas que se encuentran en el seno de un líquido. Esta mezcla se hace pasar a través de un material poroso, el cual es atravesado por el líquido, pero no por las partículas sólidas que se encuentran en él.

El éxito de la filtración pasa por:

  1. Una adecuada definición del problema existente en el agua a tratar. Se debe conocer la naturaleza, el tamaño y la concentración del contaminante o partícula a eliminar del líquido. También es importante conocer los caudales de agua que se van a tratar.

Disponer de estos datos es básico ya que limitará la selección del método de filtración a utilizar.

  1. Calidad requerida del agua filtrada. Esto ayudará a determinar, además del tipo de filtración más adecuado, a conocer si serán necesarias una o más etapas de filtración.
  2. Conocida la problemática del agua y la calidad que se desea alcanzar, la correcta selección del tipo de filtración es fundamental para garantizar la consecución de los objetivos deseados.
    1. En caso de duda a la hora de seleccionar el sistema filtrante siempre se pueden llevar a cabo pruebas de laboratorio o ensayos piloto, que pueden ayudar a determinar cuál va a ser el más adecuado.

     

    Dicho esto, vamos a conocer los principales tipos de filtración a nivel industrial que podemos encontrar.

    Existe una gran variedad de elementos de filtración, tantos como aplicaciones en las que los vamos a poder usar, pero principalmente se dividen en dos:

    • Los filtros en superficie, donde, como bien dice su nombre, las partículas quedan retenidas en la superficie del filtro. Según el diámetro de poro que tenga la superficie filtrante, dejará pasar las partículas de tamaños inferiores y retendrá las de tamaño superior al poro.

    Estos sistemas se usan para aguas con bajas cargas de partículas y es adecuado cuando los caudales a tratar no son muy elevados.

     

    En Osmofilter disponemos de gran variedad de filtros en superficie. Entre ellos podemos encontrar cartuchos de malla, plisados, bobinados, de bolsa, de tela y filtros de discos.

     

    • Los filtros de profundidad. Este tipo de filtros suelen utilizar medios granulares que pueden ejercer la función de medio filtrante o de soporte. Generalmente, están compuestos por varias capas de materiales de distintas granulometrías donde se usa el grosor de estos para retener las partículas que quedan atrapadas a lo largo de todo el medio filtrante. Estos filtros ofrecen menores pérdidas de carga, lo que los hace muy útiles para aguas con alta carga contaminante.

    Un punto que hace muy interesante el uso de filtros de profundidad es que disponen de sistemas de limpieza que se activan cuando los filtros se saturan, mientras que los filtros en superficie no disponen de estos dispositivos de limpieza y deben reponerse una vez saturados/colmatados.

     

    Desde Osmofilter podemos ofrecer a nuestros clientes filtros multimedia, de sílex, antracita, grava, garnet, zeolita y lechos vitreos.

     

    Otro tipo de filtración, pero en este caso a nivel molecular, son los sistemas de membranas donde se pueden retener contaminantes de tamaño inferior a 1 micra. Dentro de este grupo estaría la microfiltración, ultrafiltración y la osmosis inversa. Pero este tipo de filtración requiere de un estudio más en profundidad y que os explicaremos en futuros artículos.

 

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